Los profesionales de la seguridad privada estamos hartos de leer casi a diario en la prensa noticias donde un compañero ha sido agredido en el ejercicio de sus funciones, en la mayoría de las ocasiones debido a deficientes condiciones laborales y fruto de una sobreexposición excesiva del trabajador frente a las amenazas de seguridad que se le pueden presentar en su trabajo.
Buena prueba de ello son las continuas alertas “Stop
Agresiones” que publicamos en nuestra web spvsevilla.blogspot.com y que, mucho
nos tememos, son solamente la punta del iceberg de la incidencia
que la inseguridad tiene en nuestro
gremio. Sabemos de sobra que hay innumerables ocasiones donde las
agresiones llegan a ocultarse porque el
agredido raramente se atreve a dar a conocer lo sucedido más allá
de una mera
comunicación a sus mandos y las empresas de seguridad no les interesa
que a su marca se le relacione con estos casos.
En los tiempos que corren las empresas de seguridad
privada han entrado en una dinámica comercial
perversa, basada en la prestación de un
servicio donde el elemento más esencial (el vigilante de seguridad)
pasa a tener una importancia relativa. Hoy por hoy, dado el nivel de
paro que hay, nada es más sencillo que
reemplazar la mano de obra sobre la marcha. Lo que realmente preocupa al
empresario es poder lograr unos precios competitivos y que estén al nivel de
las actuales circunstancias económicas.
Todo ello coloca
al vigilante de seguridad en una situación precaria
en el terreno laboral, ya que no es
una prioridad garantizar la
seguridad de aquellos que
tienen que velar por la seguridad de los clientes
contratados. Por eso ahora cobra tanta importancia la autoprotección personal y combinar con
inteligencia la profesionalidad que
requiere nuestra labor
con la cautela y la sensatez a la hora de una intervención. Desde SPV no nos cansaremos de repetir las veces
necesarias: compañero vigilante, cuando estés trabando lo primero
tu seguridad. No es racional el realizar unas actuaciones que pongan en riesgo tu integridad física
sin los medios adecuados. Nunca te expongas innecesariamente. Si no estás seguro
ante una intervención, ponte en contacto con los mandos de tu empresa y con
las fuerzas y cuerpos de seguridad del
estado que tengas más
cerca de tu centro de trabajo. Pídeles
ayuda o consejo.
Si detectas alguna deficiencia que pueda
suponer una amenaza para tu integridad física en las instalaciones donde estas
de servicio, o unas órdenes de trabajo que entrañen un alto riesgo profesional,
no dudes en ponerte en contacto. Uno de nuestros delegados realizará visita a
tu centro de trabajo y levantará un informe técnico recogiendo las incidencias
que nos comuniques. Documento que será tratado en todo momento de forma
totalmente confidencial y en el que NUNCA figurarán los datos del trabajador. Seremos NOSOTROS quienes daremos todos los pasos que
permite la legislación vigente para denunciar tu situación y tratar de mejorar
las condiciones de trabajo, siguiendo unos cauces razonables pero, a la vez sin
ceder en lo esencial: la seguridad del trabajador debe de estar siempre por
encima de cualquier orden de trabajo o indicación del cliente, provenga de
quién provenga.
Cuando nos llegue una alerta de inseguridad por parte de un trabajador, pondremos en marcha una serie de medidas que parten desde una inicial comunicación interna a la empresa implicada y que, si no fuesen subsanadas con diligencia las irregularidades detectadas, pueden acarrear una denuncia pública o que sea elevada a los organismos competentes que tienen que velar por la seguridad del trabajador (Inspección, Seguridad Privada, Delegación del Gobierno etc.)
Cualquier
trabajador del sector
de la seguridad
privada interesado
en colaborar con la campaña
de SPV para la autoprotección del vigilante
de seguridad, puede contactar a través del correo electrónico:
sacudete.la.inseguridad@sindicatodeseguridad.com
Si quieres mejorar tus condiciones
laborales y prevenir deficiencias en el servicio que trabajas, que puedan
acarrear una amenaza para tu integridad
física, no dejes de llamarnos. Si has
sufrido una agresión en el ejercicio de tus funciones no te calles, COMUNÍCALA.
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