Los trabajadores piden que se rescinda ya el contrato con la actual concesionaria y Divertia se moviliza para que se les pague
El impago de la nómina de marzo ha sido la gota que ha desbordado el vaso de la paciencia de los cinco trabajadores del equipo de vigilancia del Jardín Botánico, que llevan meses acumulando carencias de material y vestuario, a los que se adeuda los pluses de enero y febrero y que nunca vieron la mejora salarial que se ofertó en la última licitación. En estas condiciones consideran que no pueden aguantar hasta agosto, que es cuando termina el contrato con la firma Baster Martin Seguridad Privada que están teniendo problemas en sus centros de trabajo.
Por eso ayer pidieron a los grupos de la oposición -que les han dado su apoyo y promoverán un ruego en la comisión de Participación Ciudadana del viernes que se hace en el Botánico- que se rescinda el contrato con la actual concesionaria y se opte por un contrato puente hasta que tenga lugar la licitación prevista este verano. "Hay gente que lleva 15 años en el Botánico. No es grato pero no podemos seguir así", explicaba Alberto Oliver.
Los trabajadores aseguran que los problemas con esta empresa empezaron nada más llegar. El presidente de Divertia, Jesús Martínez Salvador, reconocía ayer los incumplimiento de la firma pero aseguraba que, según los responsables jurídicos del Ayuntamiento, no tenían la contundencia suficiente para hacer efectiva la rescisión del contrato con garantías. En cuanto a los impagos de la nómina de marzo que denuncian los trabajadores, Divertia ha exigido solución a la empresa que ha asegurado que los abonará en los próximos días. Los incumplimientos se les detraerán de la fianza al final de la concesión.
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