Los empleados de seguridad del Hospital de Jerez aseguran que recibieron golpes del hombre que aparcaba coches de forma irregular
Desde el Sindicato Profesional de Vigilantes se asegura que “el hematoma que se muestra en la fotografía es el producido por la caída y el forcejeo de la resistencia, pues quien no se resiste, nunca es golpeado, solo ocurre esto en el caso contrario”, lamentando que nadie se interesara “por los golpes recibidos por quienes están allí haciendo su trabajo para mantener la seguridad de personal sanitario y enfermos”.
El suceso tuvo lugar el pasado sábado día 7 de abril a las 20:00 horas de la tarde, en la zona de aparcamientos cercana al dispositivo del 061, en el Hospital de Jerez de la Frontera. MIRA Jerez publicó el relato de José María P.M. quien había hecho constar en la denuncia en la Comisaría de la Policía Nacional, documento al que había tenido acceso este medio, que había recibido una paliza por parte de tres vigilantes de seguridad del propio hospital del SAS, concretamente del área de Urgencias, vigilantes que defienden su versión y aseguran haber actuado correctamente en esta situación de conflicto.
MIRA Jerez ha tenido acceso al informe de incidencias de los vigilantes de seguridad, así como a la denuncia interpuesta en Comisaría de la Policía Nacional, y al parte médico realizado en urgencias del Hospital de Jerez tras ser atendidos. Los vigilantes concretan que “todo comenzó al ser requeridos por el VOVIJ que vigila legalmente dicho aparcamiento, y que ante los insultos y amenazas que le profería J.M.P.M., quien con una agresividad impropia se dirigía a los clientes a requerir el pago del aparcamiento ‘por partida doble’, dado que realmente la persona autorizada a llevar esa labor es el VOVIJ, y le estaba usurpando su trabajo”.
En la denuncia, informan que cuando esta persona fue requerida por los vigilantes para que abandonara las instalaciones, “le respondió dando un golpe en el pecho a uno de ellos y lanzándole un adoquín a la cabeza, y que de no andar rápido de reflejos hubiese acabado en desgracia”. Prosiguen en su escrito que “lejos de obedecer y marcharse, continuó insultando y resistiéndose, por lo que tuvo que ser reducido, cayendo los dos Vigilantes y el referido J.M.P.M. por un terraplén, mientras lanzaba patadas y puñetazos a estos trabajadores de la seguridad del propio hospital de Jerez”.
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