Por el sistema de videovigilancia de Vistahermosa se detectó el vehículo de uno de los implicados. Su seguimiento ha sido muy importante para la investigación Los detenidos pasaban casi a diario por la urbanización en busca supuestamente de nuevas viviendas en las que entrar a robar
Ellos no lo sabían pero hacía ya tiempo que se les seguía de cerca. La detención de los tres acusados de robar coches para vendérselas a narcos en El Puerto y otras localidades de la Costa Noroeste estaban siendo vigilados en sus movimientos. Mientras que estas últimas semanas estaban dando paseos por Vistahermosa en busca de nuevos objetivos, ya se les había detectado y se les estaba controlando y grabando. Solo se esperaba ya el mejor momento para ir a por ellos. El moderno sistema de videovigilancia que tiene instalado esta comunidad de propietarios ha sido clave en la investigación que ha desarrollado la Policía Nacional para desarticular esta presunta banda criminal.
Vistahermosa ocupa una gran extensión de El Puerto. Son 220 hectáreas de superficie con nueve entradas y salidas. En 2014, tras una oleada de robos que hubo en los chalés –tras la que transcendió que había una banda de ciudadanos extranjeros–, se decidió instalar las cámaras en puntos claves de la urbanización para velar por la seguridad de la zona, que ya contaba con las patrullas de 24 horas de sus vigilantes privados. Sin embargo, a finales del pasado año, cuando volvió a detectarse un repunte de asaltos, se reforzó este servicio. Actualmente hay 28 cámaras de alta definición que son capaces de reconocer matrículas y alertar de la presencia de las placas sospechosas que se registran en el sistema cuando es necesario. Estas imágenes se gestionan desde una zona de control donde hay otro vigilante y además quedan grabadas. Una información que resulta muy útil en este tipo de investigaciones.
Sirve como ejemplo una de las grabaciones que han servido en este caso. Las imágenes se tomaron el 2 de marzo pasado. La empleada del hogar de una vivienda cercana al club de El Buzo sorprendió a uno de los sospechosos cuando intentaba entrar en la casa donde ella trabaja. Eran cerca de las doce del mediodía, estaba limpiando y dejó un instante la puerta abierta. Cuando se volvió, se encontró al ladrón pero éste huyó de inmediato. Llevaba una capucha y no le pudo ver el rostro, sin embargo, las imágenes del coche llegando y saliendode esa calle a esa misma hora han sido muy importantes en las laboriosas gestiones policiales que se han desarrollado posteriormente.
El servicio de seguridad de la comunidad buscó las grabaciones y se las entregó a la Policía. Ese Peugeout rojo modelo familiar se convirtió en una de las piezas clave de esta historia. Desde entonces, se le siguió de cerca. Entraba y salía a menudo de la urbanización. Su paso por la avenida Eduardo y Felipe Osborne, por el centro comercial, por la zona de Goya, camino de Las Redes, Fuerte Ciudad... entre otros puntos, quedó registrado. La visita era casi diaria. Se movía a veces solo y otras, junto a otro coche. Pero, una vez detectado, fue muy importante tenerlo en el archivo y poder ir hacia atrás, cuando se habían cometido los robos. Localizar y probar que ese vehículo estuvo en el lugar, el día y la hora de los hechos es ahora una información muy válida para demostrar ante un juez que los imputados son los autores de los delitos de los que se les acusan.
La última vez que se pudo ver en vídeo a ese Peugeout rojo fue cuando el pasado sábado los agentes de la UDEV le daban el alto en la carretera de Fuentebravía para detenerlos tras tener ya todas las pruebas bien atadas. Justo el día de antes, por la tarde, las cámaras de Vistahermosa les hacían también el último retrato. Habían ido a comer al centro comercial. Estaban vigilados.
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