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25 de octubre de 2016

La Inspección de Trabajo bate récord en 2015 al detectar 86.114 empleos sumergidos



Profesionales que no están dados de alta en la Seguridad Social, extranjeros sin permiso de trabajo en España o empleados con contratos a jornada parcial que completan un 50% más de las horas que les corresponde. La Inspección de Trabajo ha intensificado durante los últimos años su lucha contra irregularidades como estas y en 2015 logró detectar 86.114 empleos sumergidos. La cifra anual más alta desde que estalló la crisis.

Las estadísticas que ofrece este órgano de la Administración ponen de manifiesto cómo entre los años 2008 y 2015 se han detectado en España un total de 581.046 puestos de trabajo sumergidos. Durante este periodo de tiempo, la cifra de empleos irregulares ha pasado de los 55.804 en 2008 hasta los casi 90.000 del año pasado, lo que supone un incremento del 54,3%.

La lucha contra la economía sumergida se ha acentuado desde la aprobación del Plan de Lucha contra el empleo irregular y el fraude a la Seguridad Social La lucha del Gobierno de España contra la economía sumergida se ha acentuado especialmente desde 2012, cuando se aprobó el Plan de Lucha contra el empleo irregular y el fraude a la Seguridad Social. Desde entonces se detectan cada vez más irregularidades en el mercado laboral. De hecho, la Inspección de Trabajo acumula cuatro años seguidos aumentando la cifra de empleo aflorado -así hasta el récord conseguido en 2015-, con un incremento del 21,7% desde 2011 hasta el año pasado. “El mantenimiento de las políticas sociales propias del Estado del bienestar exige mejorar la eficacia y la eficiencia en la gestión de ingresos y los gastos públicos y, por extensión, que todos aquellos que tienen derechos que les reconoce el ordenamiento jurídico cumplan leal y rigurosamente sus obligaciones, también en el ámbito sociolaboral”, argumentó el Ejecutivo al impulsar la mencionada iniciativa.

Este plan es cada vez más eficaz a la vista de los resultados. Durante 2015, el número de trabajos irregulares que ha salido a la luz ha crecido un 4,52% con respecto al ejercicio anterior, pese a que al mismo tiempo las inspecciones realizadas han caído un 4,9% hasta las 193.562. Es decir, Trabajo ha logrado aflorar 3.721 empleos sumergidos más, pese a realizar 9.928 inspecciones menos. Así, el índice de efectividad se ha situado en un 25,3%. El mejor ratio de los últimos ejercicios.

El grueso de los trabajos irregulares hallado se ha encontrado en el capítulo de profesionales sin dar de alta en la Seguridad Social, con 75.243 casos, que representan el 87,4% del total. La siguiente situación más recurrente comprende los empleados que tienen un trabajo a jornada parcial, pero que realizan un 50% más de horas que las correspondientes (8.340). Estos representan el 9,7%. Y en menor medida están los extranjeros que no tienen permiso para trabajar en España, con 2.531 casos (2,9%).

El grueso de los trabajos irregulares hallado se ha encontrado en el capítulo de profesionales sin dar de alta en la Seguridad Social Los inspectores de trabajo Manuel Velázquez Fernández y Pablo Páramo Montero han realizado un estudio comparado sobre las estrategias a seguir para combatir esta problemática. A su juicio, es importante contar con “una Inspección de Trabajo y Seguridad Social dotada de suficientes poderes y competencias”, crear “una red de colaboración ciudadana e interadministrativa para identificar y perseguir el fraude”, y, entre otras medidas, “resolver los problemas derivados de una falta de colaboración con autoridades de otros Estados” “La economía sumergida no es un efecto de la crisis, sino que preexiste a la misma, como un rasgo característico de la economía española”. Así lo expone, por su parte, el grupo de investigación Alter de la Universidad Pública de Navarra en su artículo El desplome de los ingresos de los pobres y la intensificación de los procesos de exclusión social en España.

Estos investigadores, que basan su artículo en los resultados del estudio Human Face of Crisis que lidera Serge Paugam, señalan que “antes de la crisis, los trabajos sumergidos no eran el empleo principal del hogar sino, más habitualmente, un complemento a otro empleo, normalmente regular”. “En la actualidad, esto ha cambiado: el empleo principal regular se cae y la opción de convertir el empleo sumergido en empleo principal, además de suponer una profunda merma en los derechos, es de difícil realización”.

Servicios concentra la mayoría de los casos Servicios, con 68.013 empleos aflorados -representan el 78,98% del total-, es el sector más salpicado por la contratación irregular. Fuentes de la Inspección de Trabajo apuntan que “es una constante histórica en España que la mayor concentración de trabajo no declarado se produce en la actividad de hostelería”. En este sentido, detallan que esta actividad profesional concentró durante 2015 el 34,38% de los empleos sumergidos.

La mayor concentración de trabajo no declarado se produce en la hostelería En cifras absolutas, fueron 29.602 trabajadores. “Contribuye a ello el predominio del carácter estacional y temporal de la actividad en las zonas turísticas, y la propia estructura empresarial permanente, que de modo temporal y ocasional tiene que aumentar su personal para atender el incremento coyuntural de su actividad en fines de semana, celebraciones familiares o de grupos, fiestas locales...)”. Al margen de Servicios, el segundo sector con más empleo aflorado es el de la construcción, con 6.459 casos (7,5%). Y en menor medida se sitúan la industria, con 6.015, el 6,9% del total; y la agricultura con un 5.626, que representa el restante 6.53%.

5.444 aflorados a través del buzón de lucha contra el fraude Los datos que ofrece la Inspección de Trabajo y la Seguridad Social revelan que un total de 5.444 empleos sumergidos se han aflorado a través del buzón de lucha contra el fraude -desde agosto de 2013 hasta diciembre de 2015-, que está disponible en la web del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, donde los ciudadanos conocedores de este tipo de supuestos pueden poner en conocimiento de la Administración estas conductas fraudulentas para que sean objeto de análisis y, en su caso, de investigación por la Inspección. Con ello, el Gobierno consigue “fomentar la colaboración ciudadana, así como vencer las resistencias que puedan tener los trabajadores y otras personas a comunicar los incumplimientos laborales de que tengan conocimiento mediante el procedimiento ordinario de la denuncia, que exige la identificación de quien la formula”.

FUENTE: www.bez.es AQUÍ

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