Hay bandas de atracadores, de traficantes, de carteristas... y también de ladrones de ropa, como los que fueron detenidos por la Policía Nacional el pasado lunes por la tarde. Los agentes arrestaron a cinco personas —cuatro mujeres y un hombre— a los que acusa de robar prendas valoradas en más de 1.000 euros en varios comercios del Centro Comercial La Loma.
Los servicios de seguridad privada de estos establecimientos alertaron a la Comisaría mediante una llamada telefónica al 091. Los vigilantes se percataron de que había varios grupos de personas dedicadas a robar ropa. Presuntamente, reventaban las alarmas de las prendas y las arrancaban para eludir los sistemas de seguridad. Después, ocultaban la mercancía sustraída en grandes bolsas y salían del establecimiento en cuestión como si tal cosa. Otra célula de la banda se encargaba de llevar el material hasta un coche para que quedara oculto de los ojos indiscretos y salir pitando si vienen mal dadas. Con este “modus operandi”, desvalijaron, al menos, cuatro negocios ubicados en el Centro Comercial La Loma y otro establecimiento más de la carretera del Valle.
Cuando varios ladrones se vieron sorprendidos por los vigilantes de seguridad, salieron a la carrera por el aparcamiento. Los vigilantes consiguieron alcanzar a una de ellas y retenerla hasta que llegó la Policía Nacional, que ya estaba de camino. Además, aportaron a los agentes la descripción de las otras personas que lograron escaparse en dirección hacia el polígono Llanos del Valle. Una patrulla se dirigió hacia esa zona y localizó un vehículo que encajaba con la descripción aportada por los vigilantes de seguridad. En el maletero, los policías hallaron numerosas prendas, que tenían las alarmas arrancadas y que todavía presentaban las etiquetas.
Los cuatro ocupantes del coche —tres mujeres y un hombre— fueron detenidos como presuntos autores de un delito de hurto. Y es que ninguno de los arrestados pudo aclarar cuál era el origen de las prendas. No llevaban tiques de compra ni factura. Por ello, los cuatro fueron conducidos a la Comisaría, en cuyos calabozos ya esperaba la mujer detenida en el aparcamiento del centro comercial. Los detenidos son todos vecinos de Granada y los investigadores sospechan que se habían desplazado expresamente hasta Jaén para perpetrar los robos. La Policía revisa ahora las numerosas cámaras de seguridad existentes tanto en los establecimientos como en las zonas comunes para confirmar si los arrestados son los autores de los robos.
Ganancia con poco peligro. Sustraer ropa suele ser una actividad de poco riesgo para el delincuente. Mientras el valor de lo sustraído no supere los 400 euros, los amigos de lo ajeno incurrirán en una falta y no en un delito, que podría dar con sus huesos en la celda. Por ello, las bandas organizadas suelen utilizan la táctica de perpetrar muchos robos, pero de pequeña entidad. Es decir, son hurtos que, por separado, solo conllevarán el pago de una multa de apenas unas decenas de euros por una simple falta. Frente a este “modus operandi”, la estrategia policial pasa por atesorar la suficiente paciencia para esperar a que los delincuentes reúnan todo el botín.
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