El joven fue condenado a seis meses de prisión no por llevarse de un centro comercial de A Coruña una bolsa de cacahuetes de apenas un euro. Lo fue por defender ese botín como si le fuera la vida en ello, agarrando al vigilante de seguridad que lo sorprendió y lesionándolo en un dedo. Todo, por no devolver los frutos secos.
Sucedió en un centro comercial de A Coruña el 21 de noviembre del 2009. Sobre las dos de la tarde de aquel día, el procesado se presentó en el centro comercial y de un estante cogió una bolsa de cacahuetes valorada en un euro. La ocultó entre sus ropas justo en el momento en que un guardia de seguridad del establecimiento lo estaba viendo. Ya en la puerta, le dio el alto y le pidió que le mostrase el objeto que había cogido. El joven negó en rotundo haber robado. El guardia insistió y entonces el procesado se puso violento. Cogió por un dedo al vigilante, retorciéndolo. Hasta que pudo ser esposado. Llamaron a la policía y se lo llevaron detenido.
En su poder, aparte del paquete de cacahuetes, los policías hallaron un cúter, unas tijeras, dos destornilladores y una herramienta que no pudieron precisar de qué se trataba o para qué servía. Por su parte, el guardia jurado del establecimiento curó a los diez días de la lesión en el dedo, teniendo que utilizar una férula.
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