El caso de las falsificaciones de diplomas de vigilantes de seguridad que se destapó en 2006 acabará, casi con toda seguridad, sin nadie en prisión, a juzgar por las ofertas de rebajas de penas realizadas ayer por la Fiscalía a los 24 imputados. No obstante, este acuerdo no fue ayer posible ya que es necesario que todos acepten para que no se celebre la vista oral, y hubo defensas que no acudieron.
Hay que recordar que en este caso se investiga una compleja trama con múltiples ramificaciones en las que se mezclan tráfico de drogas, falsificación de placas de matrículas, intento de estafa bancaria y compra de diplomas falsificados que habilitaban para presentarse a las pruebas de vigilantes jurados del Ministerio del Interior, gracias a los cuales varios de los imputados consiguieron sus placas de guardas jurados.
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