Cualquiera vale para hacer el trabajo de la Policía Local. Así deben pensar las autoridades municipales de Alcantarilla (Murcia) tras decidir que, al menos durante tres noches -Miércoles Santo, Jueves Santo y Viernes Santo-, los edificios Feder construidos junto al Museo de la Huerta hayan estado vigilados por el responsable de lavar los coches de policía y adecentar las instalaciones del cuartel. Fuentes municipales han confirmado este extremo, explicando que está situación se dio durante el transcurso de las procesiones.
Según fuentes consultadas por 'La Verdad', esta designación vulnera la ley, puesto que las competencias para vigilar y salvaguardar las instalaciones municipales solo descansan sobre los agentes de Policía Local, y únicamente personal autorizado para realizar tareas de seguridad y vigilancia -vigilantes privados- puede sustituirles.
Este es el enésimo capítulo del conflicto a cuenta del enfrentamiento existente entre el alcalde y la Policía Local, a causa de las horas extraordinarias, que en esta ocasión se podría haber solucionado contratando a un vigilante privado. La misma situación que ha dado lugar a que, durante toda la Semana Santa, las tareas de los agentes que sirven en las patrullas nocturnas habituales se hayan limitado a supervisar las calles cortadas para permitir el paso de las procesiones. Es decir, que donde antes eran autorizados más de quince agentes para canalizar el tráfico y garantizar el paso de las procesiones, ahora son seis los agentes que han venido realizando estas funciones.
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