Fruto de las exigentes necesidades organizacionales y de un entorno social caracterizado por unos riesgos cada vez más complejos, la del director de Seguridad se ha convertido en una figura multidisciplinar que, debido a su responsabilidad, numerosos cometidos y desafíos que afrontar, bien podría asemejarse a la de un superhéroe de ficción. En este sentido, Seguritecnia ha consultado a varios directores de Seguridad de grandes compañías para saber cuál creen que es el principal desafío al que se enfrenta esta figura.
En sentido metafórico, claro está, esa es una de las principales conclusiones que podemos extraer después de haber recabado la opinión de diferentes directores de Seguridad –cuyas declaraciones pueden leer en las páginas que siguen a esta introducción–. Profesionales que llevan a cabo su labor en ámbitos muy dispares y que, pese a la particularidad e idiosincrasia de sus respectivas organizaciones, coinciden en que tienen ante sí retos de gran calado.
Así, preguntados sobre cuál creen que es el principal desafío al que se enfrentan llegado el momento de proteger los activos de su entidad –personas, bienes, recursos, información, intereses, etc.–, queda de manifiesto que, en el día a día, el catálogo de amenazas es amplio y variado, si bien preocupan, de manera especial, las de carácter cibernético y las relativas al terrorismo yihadista. Con el objetivo de hacerlas frente y garantizar el normal desarrollo de la actividad de su organización, los directores de Seguridad consultados por Seguritecnia consideran prioritario reforzar sus conocimientos sobre el desarrollo de las últimas soluciones tecnológicas, seleccionar proveedores de seguridad privada de confianza, ser escrupulosos con el cumplimiento normativo y los estándares exigidos por las certificaciones o trabajar en equipo con otras áreas de la organización.
Al respecto, reclaman la creación de departamentos de Seguridad capaces de dar respuesta a las necesidades requeridas en materia de ciberseguridad, lucha contra el fraude, inteligencia, prevención de riesgos laborales, etc., con el fin de aportar valor añadido y asegurar su visibilidad ante la alta dirección. En este sentido, continúa aflorando una histórica reivindicación: que la seguridad sea vista como una inversión y no como un gasto –otro tema, el de los recursos económicos, que también preocupa a nuestros entrevistados–. Asimismo, entre los retos expuestos por los directores de Seguridad figuran una formación especializada que posibilite un mayor conocimiento del negocio y un incremento de sus capacidades profesionales, un contacto más fluido con las administraciones públicas y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para reforzar la colaboración público-privada o el deseo de ver aprobado el esperado Reglamento de Seguridad Privada.
A buen seguro, estos y otros temas salieron relucir, tanto en las ponencias y mesas redondas como entre bastidores, en el transcurso del VII Congreso de Directores de Seguridad. Organizado por Seguritecnia junto a la Asociación Española de Directores de Seguridad (AEDS), la Asociación de Directores de Seguridad Integral (ADSI) y ASIS España, el encuentro se llevó a cabo en Madrid, bajo el lema “La evolución de la seguridad corporativa a la seguridad organizacional”, el pasado 25 de abril. Sin duda, fue una cita ineludible para conocer más a fondo la realidad de estos superhéroes multidisciplinares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario