El acusado ha llegado a un acuerdo que le supone una condena por un delito de lesiones y el pago de 7.000 euros a la víctima. También será condenado por abofetear e insultar a su pareja, que ha estado con él en los juzgados.
Un año de prisión será la condena que recaiga sobre Daniel G. G. por golpear a Alfonso Magaña, un vigilante de seguridad (ahora en paro) que hace un año impidió que el hombre continuara pegando, escupiendo e insultando a su pareja durante un evento organizado en el centro social Luis Buñuel de Zaragoza. El agresor machista ha reconocido los hechos, lo que ha hecho innecesario que se celebrara el juicio previsto para este viernes en el juzgado. La admisión de la culpa también le ha supuesto una rebaja de la petición de pena, pues inicialmente tanto la Fiscalía como la acusación particular solicitaban tres años y medio de prisión, sumando los delitos de los que fueron víctimas tanto su pareja como Alfonso Magaña. Ahora, será condenado a un año de cárcel por lesionar al exvigilante, al que deberá pagar 7.000 euros de indemnización por las lesiones causadas, al margen de los gastos que ocasione una operación de nariz que tiene pendiente.
En cuanto al maltrato infligido a su pareja, ha aceptado cumplir 40 días de trabajo en beneficio de la comunidad por las lesiones, otros 40 por las amenazas y el pago de una multa de 90 euros por un delito leve de injurias. Además, tendrá que estar 12 meses sin acercarse o comunicar con ella, aunque este viernes han acudido juntos al juzgado. La negociación entre las partes se ha llevado a cabo en medio de una gran tensión en los pasillos de la Ciudad de la Justicia, ya que Daniel G. G. no ha encajado bien la presencia de los medios de comunicación y su letrada, Olga Oseira, ha tenido que calmarlo.
Por su parte, Alfonso Magaña, de 54 años, se ha visto acompañado por su abogada, Lourdes Barón, y por varios testigos que aquel 27 de mayo de 2017 presenciaron cómo, estando fuera de servicio de su profesión como vigilante, censuraba y se enfrentaba a Daniel G. G. por golpear a su pareja. La reacción de este último fue muy violenta y propinó dos fuertes puñetazos en la nariz y en la zona auricular que lo derribó al suelo y lo dejó inconsciente. El vigilante se pasó dos días en el hospital y ahora está en paro porque lo despidieron por sus problemas auditivos.
"Lo que hice lo volvería a hacer otra vez", ha señalado este viernes el zaragozano, al tiempo que ha agradecido que cada vez haya más gente que "no mire para otro lado" cuando presencie hechos similares o actitudes machistas. "Si no es por que entre cinco personas lo sacaron del local, hubiera seguido agrediendo tanto al vigilante como probablemente a su pareja. Estaba como enloquecido", ha recordado Luz,organizadora de la feria vegana que tenía lugar en el centro Luis Buñuel. La valentía de Magaña fue reconocida por el entonces presidente del Gobierno Mariano Rajoy con el premio Menina y con una condecoración de la Comisión de Seguridad Privada de Aragón.
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