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3 de abril de 2017

Dos vigilantes de seguridad participaron en la extinción del incendio producido en el hospital de Cáceres

Los cuatro 8 Los trabajadores del hospital que participaron en la extinción del incendio, ayer. - FRANCIS VILLEGAS
«Temíamos que se extendiera»



En la extinción del incendio participaron un celador, dos vigilantes de seguridad y un empleado de la limpieza. Entraron en la sala donde comenzó el fuego, sacaron el material inflamable y lo sofocaron con extintores

El primero en llegar al lugar del incendio fue Rubén Osma, personal de limpieza del hospital. Volvía de su rato de descanso cuando se percató del olor a quemado. En principio pensó que se trataba de la sala de necropsia, hasta que dio con el lugar en el que estaban las llamas. La puerta estaba cerrada con llave y, al abrirla, sintió una explosión. Enseguida comenzó a sacar los carros en los que había ropa sucia y material de limpieza con productos inflamables. No pudo hacer más porque el intenso humo se lo impedía. Le ayudaron a salir dos vigilantes de seguridad y un celador. Estos últimos, capitaneados por el vigilante José Antonio Bravo, decidieron coger los extintores e intentar apagar las llamas; utilizaron siete.

«Cuando llegaron los bomberos el fuego estaba casi apagado, pero había muchísimo humo», explica José Antonio Bravo. Él se enteró del incidente por las cámaras de seguridad y corrió al lugar de los hechos para colaborar. Después ayudó a desalojar Urgencias, las consultas externas y la capilla, donde en ese momento se estaba celebrando una misa y estaba llena de gente. Con ayuda del sacerdote sacaron a todos los fieles a la calle (la capilla está justo al lado de la sala que se incendió). Bravo pasó momentos de estrés y miedo porque no sabía si aquello iba a extenderse. «Solo pensé en los pacientes y en que, si aquello se extendía, iba a ser caótico», explica.

Como consecuencia del humo que inhalaron, Osma y Bravo tuvieron que ser atendidos y trasladados al hospital San Pedro de Alcántara junto al celador, Aurelio Román. «Por la noche no fui capaz de dormir pensando en lo que podía haber pasado. Nos llevamos un susto», agrega Osma.

htFUENTE: www.elperiodicoextremadura.com AQUÍ

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