En este año 2015 se ha conocido la primera sentencia judicial que reconoce a los Vigilantes de Seguridad como agentes de la autoridad, fruto de la aplicación de la Nueva Ley de Seguridad Privada desde su entrada en vigor en 2014.
Los hechos a los que alude la sentencia tuvieron lugar en 2014 en un Centro Comercial de Barcelona, cuando la persona acusada propinó un puñetazo a un Vigilante de Seguridad y tras ello, se dió a la fuga.
Finalmente pudo ser retenida por los Vigilantes, oponiéndose de manera violenta a su retención, propinando golpes, mordiscos y tirones de pelo que causaron lesiones a los Vigilantes. Una vez reducida, y ya en presencia de la Policía Local, continuó su actitud violenta llegando incluso a infringirse autolesiones.
Finalmente pudo ser retenida por los Vigilantes, oponiéndose de manera violenta a su retención, propinando golpes, mordiscos y tirones de pelo que causaron lesiones a los Vigilantes. Una vez reducida, y ya en presencia de la Policía Local, continuó su actitud violenta llegando incluso a infringirse autolesiones.
No fue hasta cinco meses después de ocurridos los hechos, y tras conocer la denuncia interpuesta en su contra, cuando la acusada formuló la denuncia de agresión y lesiones contra los Vigilantes de Seguridad, hecho que la Magistrada del caso reconoce como “sorprendente” y que resta credibilidad a su relato. Por otro lado, queda de manifiesto en la sentencia que la acusada afirmó en el juicio no haber sufrido tales delitos de lesión, malos tratos e insultos, como proclamó en su denuncia.
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