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25 de junio de 2014

GIJÓN: La asociación de vigilantes de seguridad privada denunciará a las fiestas de Mareo

Acusan a la comisión de contratar para el control de accesos y el mantenimiento del orden a una empresa no autorizada para ello

La Asociación de Vigilantes de Seguridad Privada de Asturias (Avispa) prepara una denuncia contra ocho trabajadores de la empresa Controladores del Principado y contra tres responsables de la comisión de festejos de San Juan de Mareo, por la realización de labores de control de acceso y vigilancia de la seguridad por parte de personal no autorizado. Así lo asegura en un comunicado, en el que indica que esta infracción de la Ley de Seguridad Privada podría acarrear multas de entre 3.000 y 30.000 euros tanto para los trabajadores como para la empresa prestataria y para los responsables de contratarla.

Según aseguran desde la asociación, Controladores del Principado no está inscrita como empresa de seguridad en el registro de la Dirección Nacional de Policía, requisito imprescindible para realizar estas labores. «Según el registro mercantil se dedica al montaje de eventos, carga y descarga, azafatas... pero no a la seguridad», apuntó el coordinador general de Avispa, Jorge Cuesta, quien alertó del incremento de estos casos durante la época estival. «Hay empresas que engañan a las comisiones de festejos diciéndoles que sus 'porteros' tienen carnet. Pero no tienen la correspondiente Tarjeta de Identificación Profesional que expide el Ministerio del Interior. Por mucho que pongan a gente alta y con uniforme a vigilar, no son empresas de seguridad».

La asociación que encabeza lleva tiempo acudiendo a todo tipo de eventos para verificar si la vigilancia la realizan empresas y personal autorizado. En el caso de Mareo, tras ver que esto no era así, requirieron la presencia de la Policía Nacional para que constatase los hechos que ahora pretenden denunciar. «Sin el acta policial, no tendríamos pruebas para presentar la demanda», explica Cuesta. Según aseguran, los agentes policiales pudieron dar fe de que el personal de Controladores del Principado estaba haciendo registros de pertenencias personales en bolsos y mochilas, labores de vigilancia perimetral y funciones de seguridad en el interior del recinto festivo, para lo que se ayudaban de emisoras radiotransmisoras. Además «portaban armas ilegales, como defensas extensibles y puños americanos».

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