Los Museos Estatales pasan por una delicada situación. La crisis y los recortes ejecutados por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte han hecho mella en estas 18 instituciones (20 si contamos los dos titanes: el Museo del Prado y el Reina Sofía), que luchan por darse a conocer entre los españoles y conseguir el máximo rendimiento de las partidas que les son otorgadas. Esas que ni siquiera conocen todavía y que no se hacen públicas. Ser la segunda fila de la Dirección General de Bellas Artes ha provocado situaciones extremas como la del Museo Arqueológico Nacional, que con la reforma rematada su inauguración se tambalea por la falta de vigilantes para las salas.
Uno de estos museos es el Nacional de Escultura, con sede en Valladolid, que también el último año ha tenido que hacer frente a una disminución del 38% del personal de seguridad que trabajaba en la institución. Su directora,María Bolaños Atienza (Valladolid, 1951), ha atendido a El Confidencial para hablar sobre la situación actual de los Museos Estatales y de cómo sobrevive el suyo en este complejo contexto. Con prudencia, calculando el alcance de cada una de sus respuestas, Bolaños demanda para la sostenibilidad y el desarrollo de estas instituciones más inversión, más recursos y mayor flexibilidad (autonomía) en la gestión de los museos.
En verano se prescindió en el museo del 38% del personal de seguridad, ¿cómo afecto esa medida? Nos ha obligado a reestructurar el servicio de una forma completamente distinta a como estaba. Es cierto que ese recorte fue muy traumático para el museo, porque afecta a personas concretas que llevaban muchos años trabajando aquí, muy buenos profesionales, lo digo sinceramente, que han perdido su trabajo. Lo más dramático es la parte personal de esa mutilación. Pero también es cierto que eso se ha acompañado los meses anteriores de un incremento en la seguridad con una inversión elevada en cámaras y equipamiento.
Uno de estos museos es el Nacional de Escultura, con sede en Valladolid, que también el último año ha tenido que hacer frente a una disminución del 38% del personal de seguridad que trabajaba en la institución. Su directora,María Bolaños Atienza (Valladolid, 1951), ha atendido a El Confidencial para hablar sobre la situación actual de los Museos Estatales y de cómo sobrevive el suyo en este complejo contexto. Con prudencia, calculando el alcance de cada una de sus respuestas, Bolaños demanda para la sostenibilidad y el desarrollo de estas instituciones más inversión, más recursos y mayor flexibilidad (autonomía) en la gestión de los museos.
En verano se prescindió en el museo del 38% del personal de seguridad, ¿cómo afecto esa medida? Nos ha obligado a reestructurar el servicio de una forma completamente distinta a como estaba. Es cierto que ese recorte fue muy traumático para el museo, porque afecta a personas concretas que llevaban muchos años trabajando aquí, muy buenos profesionales, lo digo sinceramente, que han perdido su trabajo. Lo más dramático es la parte personal de esa mutilación. Pero también es cierto que eso se ha acompañado los meses anteriores de un incremento en la seguridad con una inversión elevada en cámaras y equipamiento.
¿Cree que pueden sustituir las cámaras a los guardias de seguridad? Sí, en parte sí. Dejando al margen que esta gente también hacía labor de acompañar a los visitantes.
¿Va a haber recortes también en el personal de sala? Se va a producir un reajuste en un tipo de contratos que se hacían, pero no está formalizado todavía. No llevará consigo despidos, pero sí modificaciones.
Entonces no cree que la seguridad haya disminuido. Absolutamente, la seguridad está totalmente garantizada, es importante decirlo.
¿Tendría que responder personalmente si ocurriera algo derivado de la seguridad del museo? Hay una cadena jerárquica, esos recortes han venido planteados y decididos por la propia Dirección General de Bellas Artes. Hay muchas decisiones que toma gente que está por encima de mí, como por ejemplo las de plantilla.
¿Ha pasado el Director General de Bellas Artes, Jesús Prieto, a comprobar la seguridad desde que se hicieron los recortes? Él ha venido en alguna ocasión y también el Subdirector General de Museos Estatales, que dependemos más de ellos. Los efectos de la decisión no se miden tanto in situ como en la reorganización que ha habido después.
¿Es peligrosa esta tendencia de recortar en seguridad? En seguridad lo más importante es no poner en riesgo la seguridad de la institución, eso debe ser determinante. Una vez que eso esté garantizado los reajustes, quitando el capítulo personal que para mí es muy importante, no veo ninguna merma en la protección del edificio.
Pero espero que los recortes que se hayan tenido que producir ya lo hayan hecho y no siga incrementándose. Quiero creer que este ha sido el año de los recortes en seguridad y que no va a haber ninguno más. Si se recortara más… en nuestro caso nos hemos quedado con lo imprescindible. Respecto a los vigilantes de sala es un problema diferente porque lo que deberíamos plantearnos, y que muchos querríamos hacerlo, es que los vigilantes de sala no cumpliesen la función de exclusivos custodios de los bienes culturales, sino que cumpliesen también la función de ser acompañantes del visitante, informadores, tener un papel más activo.
FUENTE: elconfidencial.com AQUÍ
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