Es la medicina que nos han recetado los señores de la mesa negociadora para resolver los males de la seguridad privada: FLEXICON y RECORTIL. Es decir un duro tratamiento salarial y laboral indicado para todos y cada uno de los trabajadores del sector que nos va a suponer, entre otras cosas, congelarnos el salario ya pactado, ganar menos con la supresión de parte de las retribuciones de las pagas extraordinarias y estar a la disposición de la empresa en base a una distribución flexible e irregular de la jornada.
Y todo ello elaborado en varias sesiones informales con una fórmula secreta, guardada a buen recaudo en la caja fuerte de un hotel a las afueras de la capital de España... ¿Y cuales son los supuestos beneficios que nos reporta? unas escasas y bagas garantías sobre la unidad del convenio estatal y el sostenimiento de los puestos de trabajo. Desgraciadamente, y los que han firmado por la parte sindical saben que es así, el actual marco laboral les sigue ofreciendo a las empresas de seguridad infinidad de fórmulas para seguir despidiendo con una facilidad pasmosa y a precio de saldo, reduciendo costes a su gusto con total libertad, siempre a costa del trabajador, tal y como se ha demostrado en una de las principales empresas del ramo casi a renglón seguido de la firma del convenio.
Los trabajadores, mientras tanto, a sufrir y seguir sacrificándonos por el futuro del sector. Y a tomarnos en vena la receta que han elaborado "por el bien de todos" los componentes de la mesa negociadora. Y a seguir con el tratamiento hasta nuevo aviso ¡Por lo menos hasta que vaya mejorando la cosa!
Los trabajadores, mientras tanto, a sufrir y seguir sacrificándonos por el futuro del sector. Y a tomarnos en vena la receta que han elaborado "por el bien de todos" los componentes de la mesa negociadora. Y a seguir con el tratamiento hasta nuevo aviso ¡Por lo menos hasta que vaya mejorando la cosa!
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