Según el escrito del fiscal, el 18 de junio del 2011, la acusada se dirigió al centro comercial en el que trabajaba el vigilante de seguridad y, "en represalia por una denuncia y declaraciones judiciales" que el hombre había interpuesto y realizado contra ella --derivó en un juicio de faltas en el que el vigilante declaró como testigo--, le abordó y le agredió causándole lesiones leves, a la vez que le decía "te voy a pegar dos tiros, te voy a quemar el coche, me he quedado con tu cara". El fiscal considera los hechos un delito contra la administración de justicia, una falta de amenazas y otra de lesiones.
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