A finales de Diciembre de 2012, uno de los trabajadores afectados por los despidos colectivos realizados por Securitas Seguridad España S.A, remitió una carta dirigida al máximo responsable de la compañía en el territorio español como Consejero Delegado, D. Luis Posadas, a través del correo electrónico de la oficina del defensor del empleado que tiene abierta esta empresa para atender consultas, denuncias y otras preocupaciones que tienen que ver con las relaciones laborales entre la compañía y sus empleados.
Escrita con el corazón, y siguiendo una de las reglas de oro de esta empresa, que marca la importancia que tiene las personas en su proyecto empresarial, el trabajador les traslada a Securitas en primera persona la impotencia y frustración que ha supuesto su despido después de 15 años de servicio, con la confianza de que su comunicación llegase a buen puerto y fuese correspondida.
Pasados unos días sin tener noticias de Securitas, el trabajador nos solicitó la posibilidad de poder dar conocimiento público a esta comunicación sin respuesta. Al no tratarse de ningún asunto ofensivo ni descortés, y realizada con educación y buenas maneras, atendemos la petición de este compañero que quería trasladarle a Securitas los sentimientos y reflexiones que ha tenido como consecuencia de los dramáticos momentos vividos tras su inesperado despido. Entendemos que como como trabajador de tantos años aportando su granito de arena al engrandecimiento de la empresa Securitas, el compañero se había ganado sobradamente el "derecho" a poder trasladar a los máximos responsables de esta empresa su amargura y preocupación por la situación laboral en la que se queda.
En la carta de este compañero bien puede verse reflejada la realidad y sentimiento de los más de 300 afectados por los despidos colectivos ejecutados por Securitas a finales de 2012, los cuales merecen todo nuestro respeto y consideración.
Conozco personalmente al remitente de ésta carta y me solidarizo con él, ya que además de ser una magnífica persona es un trabajador ejemplar. Espero y deseo de corazón se pueda solucionar la situación por la que él y otros tantos compañeros suyos padecen, por que si el despido es algo ingrato aún lo es más cuando es por causas ajenas a éstos trabajadores.
ResponderEliminarUn saludo y Mucho Ánimo
Esto de la crisis la maneja cada uno a su antojo, y ya vemos el provecho q están sacando muchos sin importarles lo más mínimo las circunstancias personales de cada uno. Así va el país, con tanto sin vergüenza a la cabeza. Ánimos David.
ResponderEliminarNo es justo que te partas la cara por la empresa , que te jueges tu integridad fisica en este trabajo y por la empresa y que te pagen asi. Son unos sinverguenzas que se aprovechan del poder para joder a un pobre trabajador. Animos David, lucha por tus derechos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo David.Te deseo lo mejor.
ResponderEliminarUn abrazo amigo
ENRIQUE OLIVARES (CLIENTE DEL SADUS)