Los hijos 'rebeldes' de David Álvarez
votan en contra de las cuentas de Eulen
Eulen ha abierto una fractura sin precedentes en el gigante español de servicios, limpieza y seguridad. Los cinco hijos rebeldes de David Álvarez, el fundador de la compañía, han votado en contra de las cuenta anuales del último ejercicio, cerrado el 31 de diciembre de 2011. Se trata de Juan Carlos, Emilio, Marta, María y Pablo Álvarez, titulares del 32,9% del capital con derecho a voto, y que han rechazado también tanto el informe anual del grupo como la gestión del consejo de administración. No obstante, tanto las cuentas como el resto de puntos salieron adelante porque entre el patriarca de la familia y sus otros dos hijos -Jesús y María José- suman en conjunto un 67,05% de las acciones. Los cinco hijos críticos han votado en contra de las cuentas después de que los dos hermanos que siguen apoyando a su padre rechazaran a su vez el balance de El Enebro, otra de las sociedades familiares, que es propietaria de Vega Sicilia, Bodegas y Viñedos Alión, Bodegas Pintia y la cárnica Valles del Esla.
En Eulen, la batalla judicial está cerrada y David Álvarez tiene el control a pesar de tener en contra casi a un tercio del capital, pero en El Enebro la guerra sigue abierta en los tribunales. En este caso, el empresario de origen leonés no tiene acciones pero sí que cuenta con un 51% de los derechos de voto, que sus hijos rebeldes no le reconocen. Pero la balanza, en cualquier caso, se está inclinando del lado de su padre. Según consta en las últimas cuentas anuales del grupo, David Álvarez ha premiado al equipo gestor en plena batalla con sus hijos. Así, los tres miembros de la alta dirección han cobrado 1,39 millones de euros, lo que supone un 40% más que en el año pasado.
Eulen ha puesto en marcha un plan estratégico a diez años, con el que pretende crecer hasta un 400% en el exterior para rebajar así el peso de su negocio doméstico, lastrado por la crisis y los problemas de pago con las Administraciones Públicas. El problema ahora mismo es que mientras el negocio internacional, que aportó el año pasado 240 millones a la facturación del grupo, creció un 5,4%, el español, con unos ingresos de 1.108 millones, cayó un 0,7%. La empresa quiere pisar el acelerador especialmente en Sudamérica. Además de España, Portugal y EEUU, Eulen está presente en Chile, Colombia, Costa Rica, México, Panamá, Perú y República Dominicana. El plan estratégico supondrá, además, la creación de "hasta 15.000 nuevos puestos de trabajo". Eulen cerró el último ejercicio con 81.399 empleados, 339 personas menos que en 2010.
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