La escasa seguridad fue un factor fundamental
El guardia atacado se encontraba en la caseta de personal que se ubica en la zona de oficinas. Se llega a ella fácilmente sin ningún obstáculo salvo una valla elevable. La función de este vigilante es, principalmente, custodiar el dinero de la caja fuerte hasta que lo recoge un furgón. Esta persona no realiza salidas por el parque para comprobar la existencia de intrusos. Esa noche le fueron a buscar a él. Tres hombres que cubrían sus rostros con pasamontañas le intimidaron dentro de la cabina con armas para que les diera la combinación que abre la caja fuerte, informan desde la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Poca vigilancia en el parque El vigilante se negó presuntamente y le pegaron. Después de atarle de pies y manos le introdujeron en el coche de vigilancia que se encontraba afuera. Los tres asaltantes, al parecer de procedencia del este de Europa –según pudo detectar la víctima cuando le amenazaron– volvieron a entrar en la caseta. Con diversas herramientas se emplearon en abrir la caja. Utilizaron una radial para hacerse con todo el botín, cuantía obtenida de la venta de entradas del domingo (25,95 euros los adultos; 19,90 los niños), después de una tarde en familia, de diversión y calma.
Los delincuentes se fugaron y dejaron al guarda en el vehículo, herido de levedad, hasta que a las 6.30 de la mañana le encontró el compañero que le daba el relevo. Faunia denunció lo sucedido y la Policía Nacional ha abierto una investigación para esclarecer el suceso.En todo el parque no hay más vigilantes que los que se ubican en la caseta. Desde Faunia no quisieron hacer declaraciones sobre lo ocurrido hasta que las Fuerzas del Orden den con los atracadores.
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