Un guardia de seguridad vigila la estación de autobuses de Sevilla para evitar que los pasajeros utilicen la misma salida que usan los autocares sean atropellados. Casi 10.000 pasajeros pasan por esta estación a diario y cerca de 500 intentan colarse. Solo hay dos minutos desde la salida de los autobuses hasta la puerta principal, pero ni las señales que hay en la zona ni una barandilla untada de grasa han conseguido que los pasajeros dejen de utilizar ese paso. Por eso han tenido que poner un vigilante de seguridad. Él se llama Iván y su trabajo consiste en ver entrar y salir autobuses sin dejar que ningún pasajero cruce por ese paso.
FUENTE: abc.es AQUÍ
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