Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de Vigo han detenido a un varón de 34 años como supuesto autor de un delito de amenazas, al causar heridas con un cúter a un vigilante de seguridad, informó la Comisaría. Los hechos tuvieron lugar este pasado fin de semana, cuando una persona alertaba al 091 de una agresión con heridos en el entorno de la Casa del Mar de Beiramar. Hasta el lugar fue una dotación policial, que observó a un varón forcejeando con dos vigilantes de seguridad, "en medio de una gran cantidad de sangre", por lo que procedió a actuar "de modo inmediato".
Uno de los vigilantes informó de que cuando se dirigía hacia su trabajo en motocicleta le arrojaron desde el vehículo un papel con restos de helado, por lo que llamó la atención al conductor. En ese momento, éste se encaró con él, por lo que, para evitar un enfrentamiento reemprendió la marcha. Al llegar al centro de trabajo y acceder al vestíbulo del edificio, donde comenzó a hablar con su compañera de trabajo, el ahora detenido, accedió al interior "armado con un cúter e intentó clavárselo en la espalda".
Alertado por los gritos de su compañera de trabajo, el vigilante y el conductor iniciaron un forcejeo, durante el cual "golpearon la pared y puerta de cristal", que se fracturó, cayendo ambos sobre los cristales del suelo. Como consecuencia recibió cincuenta y dos puntos de sutura. Durante el forcejeo, una vigilante de seguridad, que acudió en su auxilio, rodó también por el suelo y cayó sobre los múltiples restos de cristales que había dispersados por el suelo.
Uno de los vigilantes informó de que cuando se dirigía hacia su trabajo en motocicleta le arrojaron desde el vehículo un papel con restos de helado, por lo que llamó la atención al conductor. En ese momento, éste se encaró con él, por lo que, para evitar un enfrentamiento reemprendió la marcha. Al llegar al centro de trabajo y acceder al vestíbulo del edificio, donde comenzó a hablar con su compañera de trabajo, el ahora detenido, accedió al interior "armado con un cúter e intentó clavárselo en la espalda".
Alertado por los gritos de su compañera de trabajo, el vigilante y el conductor iniciaron un forcejeo, durante el cual "golpearon la pared y puerta de cristal", que se fracturó, cayendo ambos sobre los cristales del suelo. Como consecuencia recibió cincuenta y dos puntos de sutura. Durante el forcejeo, una vigilante de seguridad, que acudió en su auxilio, rodó también por el suelo y cayó sobre los múltiples restos de cristales que había dispersados por el suelo.
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