Desarrollan un protocolo para coordinar la seguridad y actuar con mayor rapidez en las zonas agrícolas castigadas por los asaltos
La Guardia Civil y los guardas particulares del campo han desarrollado un protocolo de comunicación para fomentar la colaboración y la coordinación en las zonas de actuación que competen a ambos cuerpos. Esta nueva medida se enmarca dentro del Plan General de Colaboración con el Sector de la Seguridad Privada que se firmó en el año 2005 y se desarrolló en 2010 con el Programa Coopera que establece un modelo de relación entre dichos cuerpos, segçun informó ayer la Guardia Civil.
Este nuevo protocolo de comunicación establece un correo electrónico interno que permitirá a los guardas de las áreas rurales de la Región comunicarse con los agentes para que no queden desprotegidas ninguna de las zonas agrarias o marítimas, así como fincas rústicas y de caza de la comunidad. La Central Operativa de Servicios de la Comandancia de Murcia gestionará la respuesta a las necesidades de ambos colectivos de manera directa para lograr la máxima inmediatez a la hora de atender las peticiones de apoyo de cualquiera de los cuerpos. Para completar estas medidas, tanto la Guardia Civil, como los guardas particulares de campo, fomentarán el intercambio de informaciones referentes a la seguridad ciudadana y se reunirán periódicamente para potenciar la comunicación dentro de los lugares donde ambas prestan sus servicios. Además de estas medidas, anualmente se informará a los guardas de las modificaciones que hayan sufrido las normativas y procedimientos de actuación relacionados con el sector.
Por su parte, el secretario de la Coordinadora de Agricultores y Ganaderos (COAG) de Murcia, Francisco Gil, considera que este acuerdo es fundamental para agilizar el proceso, ya que «es muy importante que la Guardia Civil acuda rápidamente en el momento que un guarda avisa de que se está produciendo un robo». Según Gil, una forma de frenar este tipo de delitos sería establecer convenios con academias de formación privadas, de manera que los propios agricultores puedan hacer una doble función y sean ellos mismos quienes custodien los terrenos, «como pasaba antiguamente», explicó Gil.
El problema, según el secretario de COAG, es que «habría que hacer un gran esfuerzo para encontrar a una sola persona que no haya sido víctima de robos al menos una vez», aunque gran parte de los casos no consten porque «la gente se aburre de ir a denunciar para que los ladrones estén fuera a los dos días». Gil considera, indignado, que la solución pasa por que «los ineptos que tenemos en el Parlamento decidan tomar cartas en el asunto y cambien la legislación para que cualquier persona que asalte una propiedad privada tenga una pena, independientemente de que el delito cometido sea de robo o hurto», porque a su juicio, los agricultores se encuentran muy desprotegidos y «una ley que no favorece al ciudado es una mala ley, y hay que cambiarla».
Fecoam exige medidas La Federación de Cooperativas Agrarias de la Región (Fecoam) también ha reclamado al delegado del Gobierno, Joaquín Bascuñana, medidas contra los robos en el campo y contra la economía sumergida. El presidente de la organización, Santiago Martínez, reclamó que se establezcan medidas para evitar los robos en las explotaciones agrícolas y ganaderas, y solicitó una mayor vigilancia por parte de las fuerzas de seguridad.
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