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23 de agosto de 2013

Los sevillanos que robaron mil kilos de hachís en Huelva solo han estado en prisión dos meses




De los 14 imputados por el asalto a las Aduanas de Huelva solo el vigilante del edificio sigue en la cárcel
Cuatro minutos para asaltar y robar mil kilos de hachís del depósito oficial de la Agencia Tributaria en Huelva, cinco meses perseguidos por las Fuerzas de Seguridad españolas y marroquíes hasta conseguir cercarlos y llevarlos ante el juez, y una corta estancia en el centro penitenciario de Huelva. El robo ocurrió el pasado 1 de enero, coincidiendo con las campanadas que marcan el fin del año y el comienzo del siguiente. El grupo accedió al edificio, que pertenece a la Agencia Tributaria y que se ubica en la Plaza Doce de Octubre, en el centro de la capital onubense, y comenzó a llevarse los fardos. Fueron los vecinos de los edificios cercanos quienes avisaron a las fuerzas de seguridad de que en el interior se estaban produciendo movimientos sospechosos. La Policía Nacional se personó «rápidamente» en el lugar, según los portavoces oficiales, pero los ladrones escaparon llevándose consigo el botín.

Los líderes del clan sevillano que orquestó el sonado asalto y sacó los colores a la Agencia Tributaria por la seguridad de sus dependencias, F.O.J. (alias El Torna), J.R.B.F. y M.C.L., pasan el verano en sus casas desde finales del pasado julio por orden del mismo juez que consiguió llevarlos hasta su despacho sin pasar por calabozo alguno. Presumiblemente se vistió como una entrega voluntaria que les ha costado poco más que 60 días en la cárcel. A comienzos de este mes, ponía los pies en la calle otro de los detenidos, J.M.M. De los 14 imputados con los que el Instrucción 5 de Huelva, encargado de la investigación, ha cerrado la causa en seis meses, sólo uno permanece internado, el vigilante de seguridad de Aduanas F.J.L.R., que supuestamente sacaba la droga del almacén para ponerla en el mercado y facilitó presuntamente las llaves a los traficantes tras recibir amenazas y presiones. Puso en sus manos las llaves de acceso y la clave de la alarma del edificio.

Los cabecillas del asalto, sobre los que pesan cargos de tráfico de drogas, robo con fuerza y coacciones, lograron sortear a la Policía Nacional, mientras que fueron cayendo los demás implicados en operaciones simultáneas y consecutivas entre Huelva, Sevilla y Cádiz, que se desarrollaron desde el 22 de febrero pasado. Los miembros del clan sevillano permanecieron escondidos y huyeron posteriormente a Cataluña. Los investigadores los localizaron en Cornellá (Barcelona) pero no llegaron a tiempo de detenerlos y un mes antes de la presunta entrega al juez (mayo), daban el salto a África. Las comunicaciones y los movimientos de las esposas de estos tres hombres llevaron a la Policía hasta Marruecos, a un punto cercano a Tánger, donde no se les perdió ya la pista.

No es la primera vez que se produce una sustracción de estas características. Las dependencias de la Jefatura Superior de Policía de Sevilla, el Instituto de Toxicología de la ciudad, el depósito judicial situado en el puerto de Málaga o el depósito de Cádiz han sufrido robos similares en los últimos tiempos.

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