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2 de noviembre de 2018

OURENSE: Llega a juicio la pelea de clanes que acabó a tiros frente al CHUO

Impactos de bala en la entrada del hospital orensano
La Fiscalía pide para los seis acusados penas que van desde los 10 a los 13,5 años

Se enfrentan a penas de prisión de entre diez y trece años y medio de cárcel por dos delitos de intento de homicidio, tenencia ilícita de armas y desórdenes públicos, agravados en el caso de uno de los procesados por las amenazas proferidas contra un guardia de seguridad del centro sanitario, al que, según el escrito de acusación, encañonó con su arma mientras advertía «si no te apartas te parto por la mitad».

Este lunes arrancará en la Audiencia Provincial de Orense el juicio contra los seis acusados que en mayo de 2016 abrieron fuego en la entrada principal del hospital de la ciudad con el propósito acordado, según el escrito de calificación, de acabar con la vida de E. M. J., patriarca de un clan rival, «y de cualquier persona de su familia». Los acusados, dos hermanos y dos hijos de cada uno de ellos, se enfrentan a penas de prisión de entre diez y trece años y medio de cárcel por dos delitos de intento de homicidio, tenencia ilícita de armas y desórdenes públicos, agravados en el caso de uno de los procesados por las amenazas proferidas contra un guardia de seguridad del centro sanitario, al que, según el escrito de acusación, encañonó con su arma mientras advertía «si no te apartas te parto por la mitad».

De fondo, una relación no aprobada entre la hija de uno de los atacantes y un miembro del clan de E. M. J. La chica se encontraba ese día en el hospital para dar a luz y E. M. J. había acudido al centro hospitalario para llevar a la embarazada. Eran las once y media de la noche cuando, siguiendo un plan acordado por los hermanos A. G. M. y D. G. M. y sus hijos, el primer grupo se plantó con un Fiat Punto color naranja en la rotonda y tomando del maletero dos escopetas y un rifle semiautomáticos y «menospreciando la seguridad pública del lugar» comienzan a disparar contra E. M. J., que en ese momento se encontraba a unos 20 metros, parado en la puerta de acceso al centro hospitalario. El hombre fue en ese momento protegido por uno de sus hijos que aparcaba la furgoneta frente al hospital y corrió a abalanzarse sobre su padre, echándolo al suelo para protegerlo. E. M. J. sufrió heridas superficiales en la cabeza, el cuello la cara y el hombro derecho. Su hijo F. M. G. recibió múltiples heridas de perdigones, que ocasionaron al Sergas unos gastos asistenciales valorados en 1.181 euros.
El primer grupo de asaltantes abandonó el lugar a la fuga —fueron detenidos horas después intentando esconder sus armas en la Plaza de San Cosme, en Orense— pero «en apoyo de sus familiares» se personaban en el lugar de los hechos, a bordo de un Ford Focus negro, D. G. M. y sus dos hijos. Los tres bajan del coche disparando y son interceptados por un vigilante de seguridad, antes de regresar al vehículo y alejarse del hospital. Además de las penas de cárcel, la Fiscalía solicita indemnizaciones de 1.500 euros para cada uno de los agredidos, y el abono de los daños causados tanto a vehículos estacionados en el hospital como al propio edificio.

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