El vicepresidente de la asociación "Marea Negra", que aglutina a profesionales del sector, alerta de la difíciles condiciones de trabajo que se ofrecen a los vigilantes y de la proliferación de intrusos.
José Antonio Carbonell, vicepresidente de la asociación “Marea Negra”, entidad que aglutina a trabajadores del sector de la seguridad privada, ha denunciado la situación extrema en la que se encuentran estos profesionales ante los recortes aplicados por las empresas y el incumplimiento de la normativa que regula su actividad. Carbonell permanece estos días en Ceuta con el propósito de mantener una entrevista con un representante de la Delegación del Gobierno para exponer los problemas que atraviesa el sector. La entidad cuenta con 35 afiliados en la ciudad.
Las duras condiciones laborales que padecen los profesionales de la seguridad, empeoradas por la proliferación de intrusos en el sector, llevan a Carbonell a denunciar la connivencia de las autoridades con las empresas. Según el vicepresidente de “Marea Negra”, las cesiones a los empresarios han permitido a éstos acceder a servicios que antes tenían vedados, como los que se desarrollan en la vía pública o en el interior de las prisiones. “Mientras, nosotros hemos pasado de hacer colectas para comprar juguetes a los hijos de los vigilantes a hacer colectas para conseguir alimentos y que puedan comer”, se lamenta el vicepresidente de la entidad.
Junto a la precariedad laboral, Carbonell se queja del escaso reconocimiento que la profesión obtiene de las autoridades. El portavoz de la asociación recuerda que los vigilantes se encuentran en un proceso permanente de formación derivado de las exigencias que la ley plantea para el desempeño de su labor. “Somos de los profesionales mejor preparados de Europa, pero cuando, por ejemplo, se repartieron reconocimientos a los distintos cuerpos de seguridad con motivo de la tragedia del 11-M, nadie se acordó de nosotros”, se queja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario