Uno de
los asaltantes encañonó y golpeó con la culata de la pistola a uno de los
vigilantes
Los atracadores no consiguieron su propósito: apoderarse de los
120.000 euros que transportaba el furgón blindado a un cajero de un gran centro
comercial de Estepona. La resistencia de los vigilantes frustró el asalto, que
terminó con un tiroteo. Una bala perdida alcanzó a una mujer, voluntaria de
Cruz Roja, que se encontraba en las inmediaciones y que resultó herida. Tres de
los asaltantes huyeron en una motocicleta de gran cilindrada, mientras que otro
se desvistió y se mezcló con los bañistas del Paseo Marítimo de Estepona
consiguiendo pasar inadvertido. La policía consiguió identificar solo a
dos de los cuatro asaltantes y a la pareja de uno de ellos, que fueron
enjuiciados la pasada semana en la Audiencia Provincial. El tribunal ha
condenado a uno de ellos, de nacionalidad argentina y con antecedentes
policiales, a diez años de cárcel y ha absuelto a su pareja y al otro acusado,
al considerar que no se ha podido probar que participaran en el atraco.
Los hechos se produjeron el 10 de septiembre, cuando el furgón
blindado se dirigía al centro comercial Carrefour de Estepona. Al llegar al
establecimiento, uno de los empleados de la empresa de seguridad cogió las dos
cajas que contenían 120.000 euros para recargar un cajero en el interior del
centro, mientras su compañero le escoltaba unos metros atrás. En ese momento,
el acusado que ha sido condenado se acercó al escolta, le encañonó con una
pistola y le propinó un golpe con la culata en la cabeza. Los dos hombres
comenzaron a forcejear hasta que el vigilante, tras recibir un fuerte golpe,
cayó al suelo. Se inició entonces un tiroteo entre los trabajadores de la
empresa de seguridad y el procesado. Aprovechando la confusión otro atracador,
que no pudo ser identificado, cogió las dos cajas con el dinero e intentó
llevárselas, pero al ser sorprendido por algunas personas, trató de esconderlas
bajo unas plantas en las inmediaciones del Paseo Marítimo de Estepona. A
continuación se desvistió, quitándose la parte superior de la ropa y se mezcló
con los bañistas que estaban en la playa, consiguiendo así confundirse entre
ellos y darse a la fuga. Por su parte, el acusado huyó, junto con otras dos
personas que no pudieron ser identificadas, en una motocicleta de gran
cilindrada.
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