El grupo aumenta en Australia y Alemania su talla multinacional. Diversifica actividades para paliar la caída del mercado español, pero reduce su resultado consolidado.
Prosegur, que ha visto lastrados sus resultados en 2013 por la devaluación de algunas divisas latinoamericanas, por la mala situación en Europa y por unos onerosos cambios normativos en Brasil, aborda 2014 con cierto optimismo por la mejora del entorno económico y por el impulso, relativo pero importante a medio plazo, que para sus resultados en España va a suponer la entrada en vigor de una nueva ley de seguridad que amplía actividades y negocios a los que pueden acceder las empresas privadas del sector. A lo largo de los últimos doce meses, señalan fuentes del grupo, “Prosegur ha centrado sus esfuerzos en consolidar las adquisiciones realizadas durante los ejercicios anteriores para reforzar su presencia en nuevos mercados y para asentar las bases de crecimiento en países estratégicos, como Alemania —donde es la única empresa de Logística de Valores con presencia en todo el país— o Brasil, un mercado que cuenta con gran potencia”. También en esta última etapa, la compañía ha emprendido la aventura asiática y ha realizado una emisión de bonos a cinco años de 500 millones de euros con el objetivo de garantizar su financiación en el futuro.
El grupo de seguridad, según sus últimos resultados publicados (los del tercer trimestre de 2013), incrementó su facturación en un 2% en los nueve primeros meses del citado ejercicio respecto a igual periodo de 2012, pero redujo casi en un 7% su beneficio neto consolidado que, sin embargo, mostró una tendencia de mejora (en el primer semestre su descenso fue del 11,8% y en el primer trimestre del 18%). La empresa, sin embargo, ha solventado bien la travesía de la crisis. En los cinco ejercicios cerrados previos a 2013 ha registrado un incremento de casi el 80% en sus ingresos gracias a una estrategia que combina el crecimiento orgánico e inorgánico con un dinámico desarrollo de planes de internacionalización destinados a la consolidación y diversificación del negocio.
Vitaminas del Gobierno Prosegur no quiere adelantar estimaciones sobre la posible repercusión en sus cuentas de la Ley de Seguridad Privada que tramitan las Cortes, pese a que el ministro del Interior ha reconocido que dicha norma está pensada también, entre otros objetivos, para que las firmas de seguridad privada tengan más negocio. La ley en proyecto permite a los vigilantes privados desarrollar algunas funciones, como la custodia en prisiones (que ya se lleva a cabo en un plan piloto), atribuidas hasta ahora a policías, guardias civiles y agentes municipales. El secretario general de la patronal Aproser, a la que está afiliada Prosegur, Eduardo Cobas, ha admitido también en declaraciones a Efe que aunque la norma no es un bálsamo que cure las heridas de un sector que ha visto caer un 20% sus ventas desde 2008, si puede ser un pequeño remedio que impulse su recuperación. El deterioro de los últimos años, explica, se ha debido a la caída de la contratación privada, que supone el 22% de la actividad, y sobre todo al recorte de la contratación pública, que implica el 78% restante.
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