Otro mal año para el mercado laboral. Van seis consecutivos. 2013 acabó destruyendo empleo, como 2008, 2009, 2010... Han sido menos que en esos años precedentes. La pérdida de 198.900 puestos de trabajo en los últimos 12 meses acumula ya 3,75 millones en esta todavía larga recesión que vive el mercado laboral español y que ha devuelto el número de ocupados (16,7 millones) al nivel de 2002. Aunque en esta ocasión hay algo de consuelo porque el año ha ido de peor a mejor y se aprecia algún síntoma de cambio de tendencia. Cuando los datos de empleo se limpian de los efectos estacionales, se aprecia un incremento del 0,29%. Y el empleo temporal, que repunta antes en las salidas de las crisis, sube con respecto a hace un año.
Del aluvión de datos que lleva aparejada la encuesta de población activa (EPA) difundida este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), probablemente el más confuso es el del paro. Baja, incluso respecto a finales de 2012, pese a que se destruye empleo. En el último trimestre del año pasado había 65.000 personas sin empleo menos que en el mismo periodo del año anterior. Quedó en 5.896.300. Aclara esta confusión el comportamiento de la población activa. Volvió a caer. Descendió en 267.900 en 2013. Y lo hizo por séptimo trimestre consecutivo. La duración de la crisis se nota en el ánimo de la gente, que cansada de no encontrar empleo, acabar por desistir (por lo que el INE deja de contarlos como parados) o por irse fuera de España para probar suerte. En total, la fuerza laboral española suma 22,6 millones trabajadores. Retrocede así al nivel de la primera mitad de 2008, justo al comienzo de la crisis y poco antes de que arreciara con la fuerza que imprimió el desplome de Lehman Brothers. Con estos datos, la tasa de paro acabó el año en el 26,03%. Lo que para el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, sigue siendo una tasa de paro “inaceptablemente alta”.
En su comparecencia pública, Jiménez Latorre utilizó el dato de empleo desestacionalizado. Le sirvió para hablar de “cambio de tendencia”. También lo utilizó la CEOE para afirmar que “el mercado laboral se está estabilizando”. La cifra va en consonancia con la evolución de la economía española en el cuarto trimestre de 2013 que, según la estimación que publicó el Banco de España, creció un 0,3%. También parece apuntar ese cambio de tendencia el hecho de que cada trimestre, conforme ha ido avanzando el año, ha sido menos malo que el anterior. Así el primero arrojó una destrucción anual de casi 800.000 empleos y ha acabado con una caída de unos 200.000. El mal comportamiento de la primera mitad del año explica que el saldo medio al final del año sea de una caída de 532.100 puestos de trabajo, la tercera peor de la serie histórica, como destacó CC OO.
Es habitual que el empleo en España comience a recuperarse por la vía temporal. Ya sucedió así en la recuperación frustrada de 2010 y comienzos de 2011. Esta es la primera vez tras la segunda recesión de esta crisis que el empleo temporal ha crecido: lo ha hecho en 81.300.El INE destaca en su comunicado que las caídas del empleo, tanto trimestral como anualmente, son las menores desde 2008. En parte, una explicación de este fenómeno es la marcha del empleo precario. Tanto el empleo a tiempo parcial como el temporal muestran un comportamiento positivo a lo largo del año. Y esto es un síntoma de ese “cambio de tendencia” del que habla Jiménez Latorre.
A este elemento hay que sumar el tirón del trabajo a tiempo parcial, que con la reforma laboral de 2012 ha crecido con más fuerza de la que lo hacía antes. Se ve sobre todo en los datos mensuales de contratación, pero también se aprecia en la EPA. En el último año hubo 140.400 trabajos más a media jornada, por un retroceso de 339.300 a tiempo completo. El empuje de este empleo, el más precario, junto a la devaluación salarial es la que lleva al Gobierno —y a buena parte de los economistas— a la conclusión de que con menos crecimiento económico de lo que hasta ahora era habitual (en torno a un 2% anual) España podrá crear empleo e, incluso, reducir el paro. Esto último, a tenor de lo sucedido en la última parte del año, ya puede darse por cierto.
A tenor de los últimos cambios aprobados sobre la regulación del empleo parcial, que tratan de estimularlo todavía más es posible que esta tendencia continúe. Ante eso el portavoz del PSOE, Valeriano Gómez, llamó la atención por el peligro que puede suponer por “sumergir empleo”, ya que, en su opinión, puede dar lugar a una sustitución del trabajo a tiempo completo por el de media jornada.El anverso de este fenómeno es el incremento del subempleo. Este concepto engloba a aquellos trabajadores a media jornada que quieren trabajar a tiempo completo pero no encuentran y que acabó el año en 2,4 millones de empleados por horas.
También UGT destacó el empuje del empleo precario. “No solo es que se haya destruido empleo, sino que se ha producido un empeoramiento en la calidad del existente”, subrayó la central. También CC OO puso el foco en este punto, al unir la temporalidad, el trabajo a tiempo parcial y la devaluación salarial. En consonancia con la gran patronal, Cepyme optó por destacar “el cambio de tendencia del mercado laboral”. No obstante, aprovechó la coyuntura para demandar una reducción de cotizaciones, en referencia al último incremento decretado por el Ejecutivo.
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