La Ciudad aún no ha abonado la parte de la indemnización que le corresponde entregar a la familia del vigilante de seguridad que falleció en enero de 2003, tras caerle un muro encima de la caseta de obra en la que se encontraba, en la barriada Parques de Ceuta. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ya ratificó, en septiembre del año pasado, la firmeza de la sentencia condenatoria que dictara en su día el juzgado de lo Contencioso. En base a la misma, se fijaba una indemnización a la que debían hacer frente las tres partes representadas por la Ciudad, Emvicesa y una empresa de seguridad.
Pues bien, después de superarse múltiples trámites legales plagados de recursos y resoluciones, ya se han agotado todas las vías posibles y todas las partes han tenido que hacer frente a la indemnización señalada por la justicia. Todas menos una, la Ciudad, que tras ser apercibida en varios plazos distintos, aún no ha hecho el pago efectivo del montante económico al que se le condenó.
Este vacío de acción ha llevado a que el pasado 7 de junio se le requiriera de forma oficial para que designe los bienes que serán embargados, toda vez que se han pasado los plazos de comunicación y se ha dado la callada por respuesta. ¿Y cuáles han sido? Todos los que establece la ley de forma rigurosa. Desde que el 21 de septiembre de 2012 llega la sentencia del TSJA, dando la razón a la demanda de la familia del fallecido, empieza a correr la lista de los distintos cumplimientos que debían haberse acatado y no se hicieron. La firmeza de la sentencia se notifica el 22 de enero de este año y transcurridos los tres meses se solicitó su ejecución, dando de plazo veinte días a la Ciudad para que llevara a efecto la parte económica por la que se le condena. Así se ha llegado hasta el pasado 7 de junio, periodo en el que, viendo que la administración condenada no responde, se procede a requerirle que señale los bienes susceptibles de embargo, con la carga de intereses correspondientes y aplicables desde el periodo en el que, siendo firme la sentencia, no se acató.
La indemnización fijada en el dictamen judicial se estableció a modo de responsabilidad civil a favor de la viuda y los dos hijos que dejó el joven P.A.E., que murió a los 32 años de edad. Diez años después de uno de los accidentes más dramáticos de los registrados en Ceuta, sigue sin acatarse la orden judicial. El vigilante falleció en la mañana del 21 de enero de 2003, aplastado por el desplome de un muro sobre la caseta de obra en la que prestaba sus labores de vigilancia.
Trabajaba de vigilante en una obra que llevaba meses parada. En una mañana de fuerte viento de Poniente, el muro cedió y cayó en bloque sobre la caseta en donde justo acababa de entrar el fallecido. La Ciudad se defendía, tan sólo 24 horas después en una rueda de prensa, argumentando que se trataba de un accidente fortuito, vinculado al fuerte viento que reinaba aquella jornada. Judicializado el caso, y sin que pudiera establecerse una carga penal sobre las partes denunciadas, la vía Civil fue bien clara, condenando a Emvicesa, Ciudad y empresa de seguridad a abonar una indemnización a los familiares directos de la víctima. Emvicesa y la Ciudad tenían que abonar el 80% del dinero, mientras que la empresa de seguridad era condenada a pagar el 20%. Emvicesa fue la única de las tres partes que abonó su parte en el plazo establecido por ley.
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