El Sindicato Independiente Profesional de Vigilancia y Servicios (SIPVS) acusa a PROSEGUR y RENFE de la muerte del vigilante de Castelldefels
En declaraciones al periódico lavanguardia.es el sindicato SIPVS culpa a RENFE y a PROSEGUR de la reciente muerte del vigilante de seguridad Rafael G.J en la estación de Castelldefels por haber reducido a la mitad la plantilla de seguridad privada hace un año, con el objetivo de recortar gastos. "Hace un año había dos agentes en la estación de Castelldefels, dotados de armas de fuego, pero para reducir los gastos se dejó a un único vigilante y sin arma", explica Pedro Oliva, responsable del sindicato. En la actualidad, según Oliva, los vigilantes utilizan como única protección personal una porra y unas esposas.
"Esto no hubiera sucedido si Prosegur y Renfe no hubieran hecho el recorte, porque el presunto asesino hubiera visto más gente, no se hubiera rebotado tanto y se habría marchado a su casa", juzga Oliva, que también es miembro del Comité de Empresa de Prosegur. "Y al final de su jornada, Rafael [la víctima] también hubiera podido regresar a su casa", añade. Rafael G. J. era un veterano de la vigilancia privada, "con diez años de experiencia como mínimo", según Oliva.
SIPVS anuncia que exigirá una investigación al Comité de Prevención de Riesgos Laborales, para que determine si además de un asesinato ha habido un accidente laboral. "Habrá que ver si este trabajador tenía todas las herramientas necesarias para realizar su labor y pedir a la Inspección de Trabajo que tome las medidas necesarias para que el personal de Seguridad Privada no quede desamparado por motivos económicos", sostiene. También avisa que la reducción de efectivos en las estaciones no es sólo un riesgo para la vida de los vigilantes, sino también para cualquier usuario del tren: "Por la estación de Castelldefels pasan miles de personas cada día, es incomprensible que haya un único agente para garantizar la seguridad de tantos pasajeros”.
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