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Según ha informado la comisaría, la investigación se inició el día 27 de febrero cuando el vigilante de seguridad de un local sorprendió a una clienta ocultar entre sus ropas un envase de comida congelada y dos botes de laca. Los agentes que se personaron en el lugar denunciaron a esta mujer como presunta autora de un delito leve de hurto. Ante la sospecha de que pudiera estar acompañada por algún colaborador, los agentes realizaron un control discreto sobre ella, que les llevó a descubrir que en las inmediaciones le estaba esperando un hombre a bordo de un vehículo.
Los policías interceptaron el automóvil y hallaron en su interior numerosos alimentos envasados y congelados, productos cosméticos y de droguería. Los identificados se negaron a responder sobre la procedencia de estos productos que tenían etiquetas de diferentes supermercados. La investigación determinó que la mercancía incautada ascendía a más de 1.000 euros que estas personas habían sustraído en cuatro supermercados diferentes del barrio de Laviada.
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