Según el Departamento de Seguridad, pasadas las seis y media de la tarde la Ertzaintza recibió una llamada del Hospital Universitario de Donostia, donde tenían retenida a una mujer que había agredido a un celador y a un vigilante de seguridad. Según el personal de seguridad, una mujer había llegado con su pareja a la recepción de urgencias, ya que él presentaba algún problema de salud. A la hora de introducirlo en el área médica, en una camilla, la mujer se empeñó en hacerlo ella misma. El celador le indicó que no era posible, ya que no lo permite la normativa del centro hospitalario. La mujer, sin embargo, sin atender a razones se puso agresiva y, en un momento dado, propinó un puñetazo en la cara al celador, lo que le provocó una herida abierta sobre la ceja izquierda que, posteriormente, requirió la aplicación de dos puntos de sutura.
Un vigilante de seguridad intervino para intentar contener a la agresora. El resultado era que la mujer también le propinó unmordisco en el antebrazo, por el que también tuvo que recibir atención médica con posterioridad. A pesar de ello, el vigilante consiguió reducir a la mujer, viéndose obligado a ponerle los grilletes para evitar sus acometidas. Tras identificar a la agresora como una mujer de 28 años de edad, los ertzainas la detuvieron bajo la acusación de un delito de atentado contra personal sanitario y otro de lesiones.
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